Uno de los aspectos que más valoro de mi rol en cada proyecto es el poder guiar a mis clientes a través de las decisiones complejas y los posibles desafíos que surgen en el camino. Para muchos, una reforma o construcción puede ser abrumadora, especialmente cuando no se tiene claro por dónde empezar o cómo hacer rendir el presupuesto. Ahí es donde entra la experiencia de un profesional: cada elección que tomamos, desde los materiales hasta los acabados, no solo impacta en el resultado final, sino también en el costo y la durabilidad del proyecto. Mi objetivo es optimizar cada recurso, asegurando que la inversión de mis clientes esté respaldada por decisiones informadas y estratégicas.
Parte de este proceso implica anticipar problemas y, en muchos casos, evitarlos antes de que se conviertan en gastos imprevistos. Los errores en el diseño o la construcción pueden ser costosos y, a menudo, complicados de corregir. Como profesional, mi trabajo es identificar estos riesgos desde el inicio y proponer soluciones que no solo se ajusten al estilo deseado, sino también a la funcionalidad y el uso diario del espacio. Con un enfoque meticuloso, puedo guiar al cliente en la elección de materiales duraderos y eficientes, evitando así gastos innecesarios y garantizando un espacio que resista el paso del tiempo.
Al final, contratar a un profesional para una reforma o construcción no es un gasto adicional, sino una inversión estratégica. No solo ayuda a ahorrar tiempo y dinero, sino que asegura que el proyecto se lleve a cabo de manera ordenada y con un resultado de alta calidad. Saber que cada detalle ha sido cuidadosamente planificado y ejecutado es invaluable, y es lo que permite que el cliente disfrute del proceso sin preocuparse por sorpresas o desajustes en el presupuesto.
Respondiendo por último a una pregunta clave que suelen hacerme es ¿Qué porcentaje de la obra debo dejar para imprevistos o adicionales que surjan?, muchas veces los clientes quieren agregar cosas que no tenian previstas inicialmente y eso implica salirse del presupuesto estipulado inicialmente, es por esto que yo considero dejar entre un 15 a 20% de márgen para que pueda servir para gastos imprevistos o bien adicionar cosas que fueron surgiendo en el camino.
MF – Director Covarq Studio