En diseño, los detalles marcan la diferencia. Muchas veces, no hace falta una reforma completa o un gran presupuesto para transformar un espacio; basta con pequeños cambios estratégicos que alteren la percepción y la funcionalidad de un ambiente. Desde mi experiencia, estos ajustes pueden ser igual de impactantes que una renovación integral, siempre y cuando se planifiquen con intención. Los detalles son los que convierten un espacio funcional en uno que realmente inspire a quienes lo habitan.

Por ejemplo, la iluminación es uno de los factores más subestimados en el diseño. Cambiar el tipo de luz, su intensidad o añadir iluminación de acento puede redefinir por completo la atmósfera de un lugar. Otro detalle clave es el uso del color: una pared pintada en tonos neutros puede dar amplitud, mientras que un acento de color vibrante puede inyectar personalidad. Incluso algo tan sencillo como renovar los tiradores de los muebles o añadir textiles como alfombras y cojines pueden darle al espacio un aire completamente nuevo.

Estos pequeños cambios no solo son accesibles, sino que también permiten que los clientes experimenten con su espacio sin comprometerse con grandes obras. Para mí, el diseño no está en el tamaño del cambio, sino en su impacto. Al incorporar detalles estratégicos, logro que los espacios cobren vida y reflejen la personalidad y las necesidades de quienes los utilizan, demostrando que la transformación está al alcance de todos, sin importar el presupuesto.

MF – Director Covarq Studio.